Habia una vez dos ranitas que fueron expulsadas de una laguna que existia en Pueblotown, las depidiero ya que no dejaban de cantar dia y noche. Las ranitas todas tristes no hallaban que hacer, ya que lo unico que saben es cantar.
Ellas se fueron a la gran ciudad para haber si conseguia trabajo. Las pobres no tenian donde dormir y desidieron meterse por enrejado de una cluaca para pasar la noche.
Subitamente las pobres ranas resbalan y va a parar al fondo de la cluaca. Ellas nadaban en aquellas putrefactas aguas que arrastraban basuras de todas lasespecies. Repentinamente observan que sobre las aguas viene navegado una guitarra, la herramienta que les hacia falta.
La sorpresa fue mayor al ver que en aquella nave se posaba su capitan, una vieja rata que con sus colmillos bien afilados mordia su traste y sus cuerdas,lo cual desafinaban aun mas las notas musicales de aquel instrumento.
Las ranas al verla pasar frente, de un salo fueron a parar a la guitarra. La rata toda sorprendida al ver aquellos intrusos batracios encaramarse en su bajel, y mas erizado que un cuerpoespin, les dijo: !Oigan! ¿Que se creen ustedes, que esta nave no tiene dueño? Asombradas las ranas por aquel mal recibimiento le dio aquel iracundo animal.
Ellas tomaron con calma aquellas palabras dicha por la rata y le responden: ¿Querida amiga tuvimos el abuso de subir a su bajel, esto no con el plan de pirateria, si no que estabamos huyendo de un descomunal gato de Agora que nos perseguia si piedad con la intecion de devorar a cualquier rata que se le atravesara e su camino, por lo tanto nosotras nos vamos a esconder en la boca de la guiarra y salvese quien pueda?
Al oir aquellas palabras, la rata de un gran salto se lanzo a las turbulentas e inmundas aguas para salvar su pellejo de las garra de aquel mortifero enemigo. Las ranas al ver aquello se reian a carcajadas por aquellas magicas palabras.
A todas estas las ranitas no sabia donde iba a parar aquellas aguas, veian como se unian otras a su canal de navegacion. A cada momento aumentaba el caudal y las ranitas asustadas enfilaban el mango de la guitarra como la quilla de un velero rumbo a lo desconocido. Al fin ven una luz en lo mas profundo de aquel oscuro embaulado. Llenas de alegria se abrazan, afinan la guitarra y se van de copla.
Que contentas estamos de salir de este laberinto y nada vertiginosamente ratita vieja y fea, que el gato de un zarpazo te va atrapar, sal muy pronto de este sucio embaulado y escondete en lo mas profundo sin chillar.
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